La sierva y la pandemia del Coronavirus


En estas circunstancias tan especiales que nos está tocando vivir, las Siervas de los Pobres,
Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, somos más que nunca ” UNA SOLA ALMA Y UN SOLO CORAZÓN”.


Unidas en la oración, con nuestra actitud contemplativa, apoyamos a nuestras Hermanas que entregan su vida con nuestros mayores en España, México…, y desde Perú hacemos también realidad este deseo del Corazón de Cristo: como nos dice el Padre Reina, nuestro fundador, en una de sus cartas

“Esos pies de Cristo, que vosotras tenéis que besar y lavar con lágrimas, y ungir con aromas de los más puros afectos, son los pobres, los despreciados del mundo, pero los preferidos de Cristo; los que Él buscó sobre la tierra, los que gozaron de las primicias de su amor y han de gozar también de lo más regalado de nuestra ternura y delicadeza”(Cfr. Carta 07/07/1950).

Nuestras Hermanas en España y en México, están derrochando ternura y delicadeza con nuestros mayores; desde aquí, nos gozamos de ello y atendemos, por nuestra parte, a los que tenemos cerca en la medida de nuestras posibilidades.

En este momento tenemos dos comunidades en Perú: Bellavista y Morales, las dos en las inmediaciones de la selva.

En Bellavista, salimos por las calles y buscamos la bandera blanca, señal de que necesitan ayuda, para hacerles llegar: alimentos, medicinas…

En Morales (Tarapoto), donde de momento no funciona el comedor de los niños, se cocinan los alimentos recibidos de la Municipalidad para alimentar a los que son desplazados de una ciudad a otra y deben permanecer en cuarentena para evitar contagios. Cada mañana pasa un equipo de voluntarios y llevan la comida al Centro de Pastoral, propiedad de la Parroquia, en el que están confinados. Se ofrecen también comidas a personas necesitadas.

Aquí, como en otros tantos lugares, está la Sierva llevando ese amor fino, delicado y heroico para con el pobre.

Que la Santísima Virgen, nos ayude a vivir la entrega total y plena al Corazón de su Hijo.

Comunidades en Perú